Hipertrofia de maseteros y bruxismo

La aplicación de Botox (toxina botulínica tipo A) en los músculos masticadores ha probado ser una excelente herramienta para ayudar a combatir las secuelas y alteraciones del bruxismo, sin necesidad de usar incómodas férulas nocturnas. Es un potente e inocuo relajante muscular local que actúa por un largo plazo de tiempo (3 a 6 meses), relajando sólo los músculos masticadores afectados, sin producir los indeseables efectos secundarios de los relajantes musculares sistémicos.