Peeling químico

El peeling químico es un tratamiento para renovar las capas más superficiales de la piel y cuyo objetivo es la corrección de diversos defectos de la misma, como manchas, acné, arrugas poco profundas y marcas. La palabra peeling se traduce del inglés como “pelar” y eso es precisamente lo que consigue este tratamiento, retirar las capas dañadas de la piel dejando el rostro con un aspecto mucho más hidratado y jugoso.

Sobre la cara totalmente limpia se aplica, con un pincel especial, un cóctel de sustancias que penetra en el epitelio con el objetivo de renovar las capas superficiales. El tiempo de aplicación no es superior a 30 minutos y no tiene ningún efecto secundario. Las capas comienzan a renovarse desde el momento de la aplicación hasta varios días después, cuando el paciente verá cómo la piel dañada se cae y deja paso a las capas más nuevas. El resultado es una piel más lisa y más tersa.

Un peeling químico medio puede tratar las arrugas, borrar las cicatrices del acné y corregir el tono desigual de la piel. Es posible repetir un peeling químico medio una vez transcurridos 1 mes desde el último, con el fin de mantener los resultados. El más conocido es el peeling TCA (ácido tricloroacético), un producto que se suele usar en concentraciones que varían entre el 20% y el 35%. Dependiendo de tal concentración el tiempo de recuperación puede ser mayor o menor, pero como poco será necesario mantenerse lejos del sol durante al menos una semana.